Efecto de lectura
Lira porteña n° 06
Efecto de lectura
Por Alberto Madrid Letelier
En la Galería Crearte de la biblioteca de la casa central de la Universidad de Playa Ancha se exhibe la exposición Carlos Hermosilla: Artista del Pueblo, en el marco de las actividades de conmemoración de los cincuenta años del golpe cívico militar.
Partir por el título y luego por el lugar. El recorrido de lectura de la exposición se da en la cronología y la espacialidad de la distribución de las materias/les que se exhiben, un posible comienzo con el retrato de Salvador Allende xilografía realizada por Carlos Hermosilla Álvarez (1905-1991) en 1973, en otro extremo de la linealidad un recorte de un periódico (El Siglo) del 14 de noviembre de 1971 en cuya fotografía se puede ver a el presidente Salvador Allende entregando el Premio Artista del Pueblo a Hermosilla, recientemente instituido por el Instituto de Arte Latino Americano de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile.
La curatoria conceptualmente funciona como una operación de lectura Ver-Leer, no es casual la relación obra- lugar con los materiales que se exhiben se encuentran en una biblioteca, espacio de acumulación, clasificación y ordenamiento de libros que dan cuenta del saber. En ese sentido la exposición se entiende como producción de saber, en este caso la obra de Carlos Hermosilla es un pretexto que funciona como documentación.
Lo que se viene describiendo resuena con el campo del grabado en el entendido que esta técnica de impresión es una de las primeras vinculadas con la imprenta y por ende con reproducción del libro. Con el tiempo no solo tendrá esta condición utilitaria el uso del grabado más adelante será soporte de obra artística. La biografía de Hermosilla es muy ilustrativa de lo que se analiza. Hijo de padre prensista litográfico, oficio que él también desempeñó en algún momento, posteriormente accedió a formación artística en la Escuela de Artes Aplicadas de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, en 1931.
Para dar inicio a la enseñanza del grabado en 1939 en la escuela de Bellas Artes de Viña del Mar hasta 1973 fecha en la que es exonerado. Cuando se lee atentamente es importante poner atención a las fechas y acontecimientos.
Vuelvo sobre el título -es importante releer- Carlos Hermosilla: Artista del Pueblo, además de su relación con el premio que se le otorga, se asocia con uno de los correlatos de la exposición el considerar parte importante de la obra de Hermosilla como representativa del imaginario popular, por ello entiéndase personajes, acontecimientos, lugares, es decir los componentes para una narración que este caso son utilizados en las obras y materiales que exhiben para tramar sentidos. Las fechas antes mencionadas son claves para la interpretación del relato. También en 1971 se crea la Editorial Quimantu como parte del programa cultural del gobierno de Allende. La que cumple un rol fundamental en la difusión de la lectura. Recuérdese que los libros que produce no solo se distribuyen en la tradición de la librería, sino que se ponen a disposición del lector en los kioscos de diario lo que posibilita su masificación. Por ello el catálogo de la exposición sigue el formato de los mini libros característicos de la editorial y de la época.
Entre las obras seleccionadas además del retrato de Allende están los de Luis Emilio Recabarren y Pedro Aguirre Cerda, se sabe que un retrato también es un relato. Recabarren personaje representativo de los inicios del movimiento sindical y fundador del Partido Comunista. Entre las acciones que desarrolla está vinculado con la prensa obrera, él es editor y litógrafo. En algunos de sus escritos destaca la importancia de la lectura en la formación de un obrero; de ahí que una de las obras de la exposición es Manifiesto, donde se ve un pequeño grupo humano que se organizan entorno a uno de ellos que les lee, es una estampa en la técnica de la punta seca que se destaca por su dibujo, elemento base del
grabado, con el cual se incide una matriz, lo que da comienzo al grabado, luego se entinta pasando por la prensa y se obtiene una imagen múltiple.
Asociado con lo que se viene relatando la figura de Pedro Aguirre Cerda líder del Movimiento Popular del inicio de los gobiernos radicales, de quien Allende fue su Ministro de salud y una de sus consignas era “Gobernar es educar”
En un sector de la exposición designado como Gabinete de lectura en dos de sus vitrinas se encuentran libros. Tradicionalmente Hermosilla es conocido como grabador, pero también desarrolló la escritura en poemarios como textos sobre el grabado. Tempranamente participó con ilustraciones para la revista Litoral en la década de los treinta en Valparaíso como parte de la vanguardia literaria del momento en el espacio local.
También entre los materiales de documentación se encuentra la reproducción de la portada el diario La Tercera Hora que en dos registros fotográficos se da cuenta de un allanamiento (septiembre 24 de 1973) en el sector de las torres San Borja en una de ellos militares están quemando libros y una obra de Patricia Israel y Alberto Pérez, una serigrafía con el mapa de América.
La exposición se puede considerar como un ejercicio de memoria que en el marco de la conmemoración de los cincuenta años del golpe cívico militar revisar parte de la obra de Carlos Hermosilla, además es sumamente significativo para la Universidad de Playa Ancha en atención que el dejo en donación su obra para que esta se difundiera y se investigara su anhelo era que fuera un gabinete de estampa. Lo que con el tiempo se materializó en un Fondo de las Artes y la construcción de un museo para su visibilización (Museo Universitario del Grabado). Con lo cual también se ha contribuido a la investigación de las historias locales de la práctica del grabado.
Carlos Hermosilla, [El manifiesto]. Puntaseca, 53 x 37,5 cm., c.1941

Alberto Madrid Letelier
Académico e investigador Facultad de Arte, curador del Museo Universitario del Grabado de la Universidad de Playa Ancha. Dentro de sus líneas de investigación se ocupa de la relación de la literatura y las artes visuales. Publica en revistas nacionales e internacionales sobre arte chileno.
Rescate y reconocimiento: libro sobre mujeres artistas fue presentado en el MUG
Rescate y reconocimiento: libro sobre mujeres artistas fue presentado en el MUG
La promoción de la publicación fue acompañada de una conversación en torno a sus historias y valoración en tiempos contemporáneos.
El Museo Universitario del Grabado Universidad de Playa Ancha (MUG-Upla), dió comienzo a la nueva temporada del ciclo “En el MUG”, realizado un jueves al mes, y con tres nuevas temáticas que se abordarán en cada jornada, “Conversando con artistas”, “Arte, Política y Sociedad”, y “Mujeres, Arte y Sociedad”. En esta última, se enmarca la presentación del libro “Mujeres en el Baburizza”.
La publicación recientemente lanzada, abarca una investigación y valorización de 12 artistas que son parte de la colección del Museo Baburizza, relata algunos momentos de sus historias de vida y plasma en sus hojas las obras que tiene el espacio museal municipal de Bellas Artes.
En la actividad presentaron Tamara Candia, editora del libro y periodista a cargo del área de Comunicaciones del Museo Baburizza, Melisa Jaimes, del Centro de Documentación del Fondo de las Artes de la Upla (Cedoc), Valentina Madrid, de Contenidos Digitales y Editoriales del MUG. Moderó María Teresa Devia, directora del MUG.
En la jornada se abordaron las temáticas de invisibilización del arte de las mujeres, la importancia de investigar y rescatar documentos e informaciones para poner en valor el arte y artistas como es en este caso en tiempos contemporáneos, entre otras líneas de conversación.
Byron Andreani, asistente al conversatorio señaló: “Me parece que buenas charlas entre pequeños grupos, no cambian el mundo, pero sí nuestro mundo, ahora a mí por ejemplo, eso fue enriquecedor y bastante bonito”.
Carolina Valdebenito, también parte del público de la jornada, enfatizó: “Una conversación muy apropiada a los tiempos y a los conflictos sociales que encontramos y al rol de la mujer en la sociedad, en distintas áreas, en filosofía, arte, ciencias. Una conversación muy importante y muy enriquecedora, también se aprecia mucho la naturalidad con la que se dió entre las presentadoras con mucha pasión respecto a lo que nos hablaban”.
Complementó: “A mí me parece increíblemente importante para el enriquecimiento cultural, social que existe, muy importante para la difusión, que muchas veces se deja de lado y se ve casi como algo pretencioso y la verdad, el abrirlo a la comunidad y a la sociedad en conjunto, nos permite tener conversaciones más honestas y más informadas respecto al tema, crecer como sociedad y enriquecernos”.
La próxima jornada del ciclo “En el MUG” abordará el tema “conversando con artistas”, que se realizará en mayo. Cabe destacar que los conversatorios se llevarán a cabo una vez al mes, hasta finales de año como parte de la programación del museo.
Franssesca Alexandra Arrué Veraldi
Periodista MUG
Exposición temporal “Carlos Hermosilla: Artista del Pueblo”
Exposición temporal “Carlos Hermosilla: Artista del Pueblo”
La muestra se encuentra en la Galería Crearte de la Biblioteca Central de la Upla.
El Museo Universitario del Grabado Universidad de Playa Ancha (MUG – Upla), en colaboración con el Fondo de las Artes Upla, la Galería Crearte de la Biblioteca Central Upla y la Dirección General de Desarrollo Estudiantil Upla, inauguraron la exposición temporal “Carlos Hermosilla: Artista del Pueblo”, el pasado miércoles 5 de abril.
La exposición se enmarca en la conmemoración por los 50 años del Golpe Cívico Militar, en la programación del mes del libro y en las actividades de bienvenida al estudiantado organizadas por la Universidad de Playa Ancha.
Carlos González, rector de la Universidad de Playa Ancha, indicó: “Nosotros como Universidad no podemos seguir condensando los conocimientos, no solamente los aspectos teóricos y la formación disciplinar, tenemos que tener una mixtura en los procesos formativos. Las artes son sustantivas, el patrimonio, el deporte… porque entregan valores que son permanentes, como reflexionar frente a una obra, asociarse a la historia detrás de ella, cómo y porqué se representa”.
La selección de la muestra fue realizada por el curador del Museo Universitario del Grabado y director del Fondo de las Artes, Alberto Madrid.
La muestra contempla obras del artista Carlos Hermosilla, entre las cuales se encuentran “Salvador Allende” (1973), “Recabarren” (c.1970), [Mujeres Mineras] (1936), [Serie las Banderas]: “El Martillo” (1943) y “El Orador” (1943), “Aguirre Cerda” (c.1950), entre otras.
La exposición también muestra documentos que corresponden a poemarios realizados por Carlos Hermosilla, el libro “Centenario Carlos Hermosilla 1905 – 2005” (2005) y el catálogo “Carlos Hermosilla. Artista ciudadano adelantado en el arte de grabar” (2003), entre otros archivos.
Cecilia Ojeda, estudiante de Licenciatura en Artes Upla, que asistió a la jornada comentó: “Es importante y enriquecedor para los estudiantes de primer año entender el arte desde otra perspectiva y siento que tiene que ver con lo que les puede impresionar a ellos, como mirar estas obras, que son de hace 50 años y entenderlas como el hecho histórico que marcó esa historia, también aporta a uno como persona joven”.
Las obras y documentos que conforman la muestra son parte de la colección del Fondo de las Artes de la Universidad de Playa Ancha, cuyos departamentos especializados, Centro de Documentación (Cedoc) y Archivo de Artes Visuales (AVI), difunden, preservan y ponen en valor el trabajo artístico que conservan.
También, una selección de publicaciones expuestas, pertenecen a archivos de la Biblioteca Central de la Universidad de Playa Ancha, que complementan el relato de las obras en exposición y resaltan la importancia de los documentos escritos.
La exposición contempló un catálogo con el formato de mini libros, siguiendo el modelo de publicaciones que originó la editorial Quimantú, creada en 1971 como parte de las políticas culturales del gobierno de Salvador Allende, que permitían acercar y masificar la lectura al público, vendiendo los libros a bajo costo en kioscos.
Cristian Arias, director del Sistema de Bibliotecas Upla, señaló: “Las puertas están abiertas, las personas están dispuestas a colaborar y en este caso acoger a todas las personas que quieran ver esta muestra en particular y todas las otras exposiciones que tenemos durante el año, en este espacio de la Galería Crearte”.
La exposición temporal se encontrará disponible hasta principios de mayo, es abierta al público general, con entrada liberada y se encuentra en la Galería Crearte de la Biblioteca Central Upla, ubicada en Avenida González de Hontaneda 855 en Playa Ancha, Valparaíso.
Franssesca Alexandra Arrué Veraldi
Periodista MUG
La alegoría en el grabado de Hermosilla
Lira porteña n° 05
La alegoría en el grabado de Hermosilla
Por Jorge Martínez García
Carlos Hermosilla Álvarez (1905-1991) realizó una extensa y variada producción en grabado, incluyendo obras en las técnicas maestras de xilografía, calcografía y litografía. El Fondo de las Artes de la Universidad de Playa Ancha posee una colección de 1527 estampas y 384 matrices, así como 3500 dibujos preparatorios y 96 monotipos del autor, constituyendo el catálogo razonado de su obra grabada. Esta importante colección se encuentra disponible para exhibición e investigación en el Museo Universitario del Grabado.
Desde sus inicios como grabador en 1927, la obra de Hermosilla se orienta hacia la temática social, desarrollada a través de las técnicas xilográficas del tallado en madera y el linóleo, y de las técnicas calcográficas del aguafuerte y la puntaseca. Surgen así retratos característicos, escenas de oficio y personajes populares, a la manera del realismo social latinoamericano. Hermosilla desarrolla una obra multiforme a la vez que temáticamente recurrente: caras “de pueblo” y “de la raza”, trabajadores de la tierra y el mar, obreros de la industria y la mina, gente del campo y la ciudad. Esta obra conecta con el muralismo mexicano y la estética latinoamericana de los años 40 y 50, con Leopoldo Méndez y Cándido Portinari como ejemplos representativos.
El lenguaje gráfico de las primeras xilografías se ve enriquecido por la fluidez y la soltura de trazo que aporta el linóleo. Gracias a la linografía, se enriquecen las posibilidades expresivas del grabado. Hermosilla desarrolla el grabado con ritmos lineales de expresionismo vitalista, que convocan energías telúricas en expansión, aprovechando el efecto que propicia el material. En la xilografía, la línea es aguda y cortante, como viento frío; en la linografía, envolvente y cálida, como luz interior. La xilografía se utiliza con gran maestría, aprovechando las limitaciones impuestas por la madera, a la vez que las ventajas que permite la dirección de la veta, incorporando la materialidad en la realización del grabado. Lo mismo sucede con el linóleo, por su plasticidad y maleabilidad, que permite realizar un diseño limpio y fluido, que produce efectos cargados de dinamismo. Con el linóleo, Hermosilla desarrolla un estilo personal de gran expresividad. Sus linografías se caracterizan por un patrón visual que semeja construcciones vidriadas, transparentes, traslúcidas, donde los planos y los objetos se superponen, según una estética que
recuerda la gráfica del cubismo analítico de George Braque y Pablo Picasso, pero también la estética futurista de Carlo Carrá y Giacomo Balla, con su énfasis en la descripción maquinista, centrada en el ritmo y la serialidad. El artista hace hincapié en la repetición del modelo (aviones, rostros, banderas) y en la expresión del movimiento, manifiestos en la transparencia de los cuerpos y en el diseño lineal envolvente. Ello resulta evidente en la llamada Serie de las banderas, extenso conjunto de linografías donde se desarrolla lo mejor de su repertorio gráfico. Son obras donde la destreza técnica se utiliza para reunir y superponer imágenes en un conjunto abigarrado y traslúcido. La temática de la serie adquiere un lirismo gráfico y poético que recuerda la pintura de Henri Matisse, marcada por la energía que fluye a través de la representación.
En paralelo a los desarrollos técnicos y temáticos de la Serie de las banderas, Hermosilla inicia un proceso de síntesis formal. Esta síntesis dará lugar a un conjunto de obras que se destacan por llevar las imágenes hasta los límites de la representación, privilegiando lo compositivo por sobre lo descriptivo, sin perder por ello su capacidad evocativa. Si consideramos la evolución del lenguaje gráfico del artista, el desarrollo de una obra “abstracta” se reconoce, entonces, como un paso natural en la búsqueda de los límites de la figuración, pero sin salir completamente de ella. La idea de composición ordena y contiene el conjunto de las fuerzas que amenazan con desmembrar la imagen. La composición sirve asimismo para dirigir y ordenar el despliegue en cascada de las formas orgánicas.
En el linóleo Alegoría Hermosilla despliega lo mejor de la batería de recursos técnicos y expresivos de su lenguaje gráfico, característicos tanto de la Serie de las banderas como de los grabados más abstractos. En esta obra de gran formato (54,3 x 52,6 cm), se dan cita una multitud de símbolos e imágenes que resumen de manera notable la temática del artista, así como las etapas de su evolución gráfica: desde la función descriptiva y realista de las imágenes, hasta la gestualidad expresionista que se apoya en el equilibrio que media entre la representación, la composición y la expresión.
Desde la perspectiva del análisis visual, Alegoría revela la complejidad que ha alcanzado el mundo expresivo del artista. En esta obra, como forma y
como símbolo, se reúnen el paisaje urbano, el entorno rural y el despliegue industrial. El puerto, la usina y la represa, con sus construcciones de estética futurista, promueven los desarrollos formales, estructurales y cinéticos que construyen la obra. Lo abigarrado de la construcción gráfica se apoya en las formas simbólicas derivadas del industrialismo, propio de las primeras décadas del siglo XX -con sus veladas utopías de progreso y transformación- así como en el uso de una estética del “objeto industrial” (bobinas, pistones, cables, poleas, turbinas, chimeneas), entendido como derivación formal de la máquina, en su representación estilizada y aerodinámica, tanto en reposo como en movimiento.
El ser humano en su avatar como trabajador: obrero, minero o campesino, se suma a la máquina y a su furia dinámica: tractor, barco o avión. El grabado adquiere un nivel de superposición barroco, que sorprende por el control y la lucidez de su construcción. Se encuentran aquí -con gran acierto- la fluidez gestual del linóleo y la precisión formal en la articulación compositiva de las imágenes.
El grabado de temática social alcanza en Hermosilla una formulación crítica, donde se confronta, se incorpora y se fusiona lo humano –sujeto de pasiones y esperanzas- con el despliegue incesante de las energías mecánicas en su manifestación dinámica. La “alegoría” surge de la superposición entre lo humano y lo no-humano en clave de transformación político social. Esta superposición reúne los aspectos formales con los temáticos, generando múltiples lecturas en la polisemia de la obra. La acumulación, la repetición y la superposición de imágenes expresan también la máquina barroca de esta alegoría.
Se trata, en definitiva, de la manifestación total del universo gráfico del artista, donde las diversas formas de energía se conectan y traspasan, generando un circuito “eléctrico” sorprendente. Por el complejo y milagroso orden de la composición, a la vez que por la fuerza expresiva de las imágenes -que giran cual dinamos en torno de la figura central- esta linografía es una de las obras más logradas del maestro. Alegoría configura, sin duda, una de las mejores síntesis visuales de la prolífica actividad de Carlos Hermosilla como artista grabador.
[1] No se conoce el título de esta obra. “Alegoría” se utiliza aquí como descriptor.
Carlos Hermosilla, [Alegoría]. Linografía, 54 x 52,6 cm., c.1945

Jorge Martínez García
Jorge Martínez García es conservador Fondo de las Artes UPLA y del Museo Universitario del Grabado. Se desempeña como profesor de la Facultad de Artes de la Universidad de Playa Ancha y es un destacado artista grabador.
Lira Porteña del MUG: Convocatorias abiertas
Lira Porteña del MUG: Convocatorias abiertas
Pueden participar áreas relacionadas al arte y también público general.
El Museo Universitario del Grabado Universidad de Playa Ancha (MUG-Upla), abrió las convocatorias a partir del 30 de marzo para participar de la “Lira Porteña”, un nuevo espacio digital que publicará textos en relación al grabado.
Los escritos serán publicados en la página web del MUG, y pueden participar representantes de talleres artísticos, críticos, investigadores, personas relacionadas al área de las artes, como también el público general, a modo de expresar y difundir sobre la práctica del grabado.
La Lira Porteña hace referencia a la antigua Lira Popular, que se realizó en Chile desde fines del siglo XIX hasta principios del XX, en que se publicaban poemas en décimas sobre acontecimientos de la actualidad, acompañados por un grabado representativo y utilizando en la escritura expresiones propias de la cultura campesina.
La finalidad de esta nueva sección es la difusión de la práctica del grabado, mostrar los espacios y/o talleres que se dedican a este arte, y así mismo dar a conocer a los y las artistas de la disciplina, también ser un espacio que recepcione, promueva y dé a conocer la documentación contemporánea del grabado.
Valentina Madrid Núñez, encargada del área de Contenidos Digitales y Editoriales del MUG y coordinadora de la de la Lira Porteña, enfatizó: “La Lira Porteña, además de ser un espacio para artistas y talleres de grabado, busca también dar un lugar al público general y a cercanos o escritores del arte a hablar en esta sección, invitarlos a difundir, reflexionar y discutir ya sea de artistas, obras y/o técnicas, todo lo que alberga el mundo del grabado y las personas que se están desarrollando o se han desarrollado en esta práctica”.
Los documentos enviados serán evaluados y pasarán por el área de edición que seleccionará aquellos que serán publicados y difundidos por el espacio digital del MUG. Algunos de los requerimientos son que los escritos sean máximo de 2 planas y estén siempre acompañados mínimo 2 imágenes de algún grabado alusivo al texto.
Las personas interesadas en participar deben inscribirse en el formulario adjunto que también está disponible en la página web y el Instagram del MUG, además de enviar los documentos solicitados y/o consultas al correo contenidos@mugupla.cl
Link formulario y bases de la convocatoria:
Franssesca Alexandra Arrué Veraldi
Periodista MUG
Roser Bru, Maestra del Taller 99
Lira porteña n° 04
Roser Bru, Maestra del Taller 99
Por Valentina Madrid Núñez
Roser Bru Llop nació en Barcelona, España, el 15 de febrero de 1923 y murió en Santiago de Chile en el 2021. Tras vivir 16 años en su ciudad natal, llegó a Chile en 1939, al finalizar la Guerra Civil Española, con otros inmigrantes españoles a bordo del barco Winnipeg. El mismo año ingresa a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde toma estudios libres hasta 1942. Fue alumna de Pablo Burchard (1875 – 1964). En 1947 forma parte del Grupo de Estudiantes Plásticos GEP, junto a otros artistas de la generación del 50 como José Balmes, Gracia Barrios (1927 – 2020), Guillermo Núñez (1930 –), Juan Egenau (1927 – 1987) y Gustavo Poblete (1915 – 2005). La acción de este grupo sería decisiva para definir las principales tendencias artísticas de las décadas del 60 y 70. En 1956 ingresó al Taller 99, donde continuó especializándose en las técnicas del grabado[1].
Su extensa trayectoria en Chile y en el extranjero estuvo marcada por distintas etapas. La primera se caracterizó por una cercanía al informalismo abstracto, donde utiliza la técnica mixta como expresión. En la segunda etapa, su trabajo se tornó hacia la crítica social y otorgó importancia a la figura humana, en forma especial a la femenina. Una etapa posterior constituye una síntesis de las anteriores. En ella, Bru profundiza su preocupación por los conflictos sociales y hechos dramáticos que ha experimentado en forma personal[2].
Estas etapas de las obras de Bru no solo se ven expresadas en sus pinturas, sino que también están presentes en sus grabados. No son temáticas trabajadas de manera separadas, son un conjunto que están vinculadas unas con otras expuestas por diferentes materiales. Su acercamiento al grabado ocurre por medio de la invitación de Dinora Doudtchitzky[3] a ser parte del taller que estaba gestando Nemesio Antúnez en conjunto con Dinora[4]. Desde esta instancia y hasta el final de su vida, Bru permanece en el Taller 99. No es menor este hecho, ya que participa desde la
primera exposición del año 1956, produciendo, editando y exponiendo su obra.
Dentro de su figura de artista posee otra faceta que va de la mano con la enseñanza. A medida que se integran nuevos artistas y otros dejan de asistir, la figura de Bru es persistente no solo como artista que produce grabados, sino que también como una maestra que ve y ayuda en las obras de sus estudiantes.
Desde la primera exposición del Taller 99, se destaca la cantidad de mujeres que forman parte de la muestra. Incluso el titular de una de las revistas que cubrieron la exposición era “Manos femeninas manejan los buriles del ‘Taller 99’”. En el cuerpo de la noticia se trae a presencia quienes más expusieron obras, que son las siguientes artistas: Luz Donoso, Florencia de Amesti, Paulina Waugh, Carmen Silva, Delia del Carril, Dinora Doudtchitzky, Inge Schünemann y Roser Bru. A pesar del rescate que realiza la prensa en relación a la presencia del grupo de artistas en la exposición, constatamos una tendencia a destacar en su mayoría a los hombres que participaron del taller, lo que contrasta con el hecho que el taller, hasta el día de hoy, se caracteriza por tener una mayor participación femenina que masculina.
Respecto al aprendizaje en el taller, la mano de la artista en su dinámica como profesora se ve enlazada con los traslados que realiza el Taller 99. En sus inicios se encontraba ubicado en la casa del artista Antúnez, pero para fines de los 50 y comienzos de los 60 el taller se encuentra en la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuando se forma la Escuela de Arte de la propia institución, en ella pasan la mayoría de los integrantes del grupo y algunos como Eduardo Vilches, Pedro Millar permanecen mayor tiempo en la docencia. De dicha experiencia, Roser se adentra de a poco en la instancia de la enseñanza bajo una directriz similar a la del taller, pero con un carácter de educación más formal.
En Roser se puede intuir un cambio respecto a la artista que se formó con Nemesio y los integrantes del taller, al área de la docencia de la Escuela de Arte pasa ser una figura de mentora, donde finalmente a lo largo de su trayectoria en el espacio como artista, fue y es recordada como una de las maestras del Taller 99.
Más que solo el grabado de una sandía
A lo largo de la trayectoria artística de Roser Bru, la sandía como tema está más presente de lo que se suele pensar, dentro de su obra, la sandía deja de ser un elemento decorativo, en gran medida debido a que, Bru genera para ella toda una puesta de escena y en eso se juega el valor que le atribuye. En la producción de Bru el tema de la sandía, o incluso el uso de otras frutas en sus obras, habla de una relación con las enseñanzas de la pintura en las tradicionales academias de Bellas Artes, donde los bodegones estaban, dentro de las categorías de la pintura, en el último lugar como un arte inferior o de menor valor. Sin embargo, Roser trabaja el bodegón sacándolo de su contexto de género menor.
La presencia de las frutas suele estar presente, pero cuando es sacada del contexto del bodegón el fruto y en específico la sandía, aparece con atributos simbólicos que la misma artista se encarga de describir: “trabajo con la sandía como cuerpo herido, cuerpo femenino de modificaciones: círculo, triángulo calado con un cuchillo. Dolor y vida. Antigua fertilidad del triángulo, siempre señalando a la mujer”[5]. Por eso, no es extraño que Roser trabaje la sandía como un cuerpo herido, ya sea por el gesto del calado en las ferias a modo de anticipar su estado y sabor, o porque con ella realiza las metáforas o vinculaciones para tratarla como parte de su cuerpo, o el de otros cuerpos femeninos. El cuerpo herido, representado de esta manera, es un gesto mudo[6] que se sostiene en toda la producción de Bru, con tal de exponer cómo el cuerpo o la representación de lo femenino no solo es herido en el arte, sino que también en la vida.
[1] Cruz Jaime, El grabado en Chile… A modo de enciclopedia (Santiago de Chile: LOM, 2015), 35.
[2] Cruz, El grabado en Chile… A modo de enciclopedia, 35.
[3] Andaur Patricia y Paula Véliz, Taller 99: Memoria colectiva del grabado en Chile (Santiago: Ediciones UC, 2018), 51.
[4] Andaur y Véliz, Taller 99: Memoria colectiva del grabado en Chile, 49.
[5] Cauas Isabel y Rafael Munita, Roser Bru, Obra grabada Taller 99. (Santiago: Ediciones Taller 99, Corporación Cultural Taller 99 de Grabado, 2018), 17.
[6] Valdés Adriana, Memorias visuales: Arte contemporáneo en Chile. (Santiago: Ediciones Metales Pesados, 2006), 332.
Roser Bru, [Sandía calada]. Aguafuerte y litografía, 53 x 37,5 cm., c.1990

Valentina Madrid Núñez
Licenciada en Teoría e Historia del Arte
Encargada del área de Contenidos digitales y editoriales del Museo Universitario del Grabado de la Universidad de Playa Ancha.
Escuela de Calcografía
Escuela de Calcografía
Curso con certificación
Las clases de grabado impartidas en el taller Metales Nobles del MUG, a través de la Escuela de Calcografía ofrecen formación especializada en técnicas de grabado en metal, combinando práctica y teoría en un espacio de aprendizaje que fomenta el desarrollo artístico y técnico de los participantes.
Cupos diurnos
18
Valor de la matrícula
$37.000
Cupos vespertino
15
Valor de la mensualidad
$55.000
Inicio de clases
16 de Abril
Contacto:
tallermetalesnobles@mugupla.cl
direccion.mug@upla.cl
Diurno
Martes, miércoles o jueves
10:00 a 13:00 horas
15:00 a 18:00 horas
Vespertino
Martes y jueves
18:00 a 21:00 horas
Más información
2 sesiones semanales
Incluye materiales y herramientas
No incluye matrices y papel para edición
Iniciación a la Calcografía
- Introducción a las técnicas de grabado en metal.
- Introducción a la estética del grabado en metal.
- Técnica de impresión.
Calcografía avanzada
- Desarrollo de estrategias gráficas.
- Desarrollo de portafolio de grabado.
- Habilitación de uso de espacios profesionales.
- Lenguaje estético del grabado en metal.
Escuela de Calcografía en el MUG: Matrículas abiertas
Escuela de Calcografía en el MUG: Matrículas abiertas
Los cursos de calcografía básico y avanzado se impartirán en ciclos semestrales.
El Museo Universitario del Grabado de la Universidad de Playa Ancha (MUG- Upla), abrió las matrículas para la Escuela de Calcografía 2023, las clases comenzarán el 12 de abril y se realizará en el taller “Metales Nobles” del Museo.
Las cátedras comprenden el conocimiento y desarrollo de la calcografía, especialidad del grabado, que considera técnicas de registro en matrices de metal. El aprendizaje adquirido permitirá a los participantes reproducir sus propias imágenes y/o textos, en conjunto con el conocimiento de los procedimientos y técnicas para su impresión.
El nivel “Iniciación a la Calcografía”, se enfoca en el tratamiento del metal mediante las tres técnicas base de la calcografía: punta seca, aguafuerte y aguatinta. Mientras que “Calcografía Avanzada”, está dirigido para personas con conocimientos y formación previa, para ingresar a este nivel, se solicitará al postulante una entrevista y portafolio de obras. Este curso avanzado considera una planificación personalizada y se ajusta a los intereses creativos de cada estudiante.
Las cátedras de la Escuela de Calcografía están dirigidas para mayores de 14 años (casos excepcionales en menores a esa edad serán evaluados por el docente), se realizan bajo ciclos semestrales, 2 veces por semana, la duración de cada clase es de 3 horas y la metodología de enseñanza es personalizada.
Ismael Díaz, profesor de los cursos señaló: “Les invito a participar de la Escuela de Calcografía, la experiencia cuenta de dos fases, en el caso de la inicial se introducirá el tratamiento de los metales a las tres técnicas base y luego se irá avanzando metódicamente en relación al tiempo y desarrollo de cada estudiante”.
Díaz complementó: “En el plan avanzado se definirá un proyecto de trabajo en relación al cuerpo de obra de cada artista, en ambos casos el acompañamiento y el tratamiento metodológico será individualizado, pues los cupos son bastante limitados, solo 5 en cada área. Quedan invitados a participar de la experiencia del grabado en metales”.
Para ambos módulos de aprendizaje el valor de la matrícula es de $35.000 y la mensualidad es de $50.000, que incluye los materiales y herramientas a utilizar dentro de las clases (exceptuando las matrices).
La Escuela de Calcografía cuenta con 5 cupos por cada sesión de trabajo, y para inscripciones y/o consultas se pueden realizar al correo: ismael.diaz@upla.cl
Franssesca Alexandra Arrué Veraldi
Periodista MUG
Patricia Israel, una artista-historiadora de su tiempo
Lira porteña n° 03
Patricia Israel, una artista-historiadora de su tiempo
Por Valentina Madrid Núñez
Patricia Israel Korenblit nació en Temuco, en 1939 y muere en Santiago, en el año 2011. Sus primeros estudios artísticos son en la Academia de Escultura de Tótila Albert entre 1953 y 1957. Estudió pintura y grabado en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, institución de la que egresa en 1962. Entre los años 1974 y 1980 estuvo exiliada, viviendo en Argentina y en Venezuela. En este último país formó parte del círculo local de artistas, además de exhibir sus obras por más de cinco años. Desde finales de la década de los ochenta, se desempeñó como profesora invitada en la Pontificia Universidad Católica y en la Universidad Finis Terrae. Entre los hitos de su carrera figura la obtención en 1962 del Primer Premio en Grabado Salón Oficial de Santiago y, ser la primera mujer ganadora de la Bienal de Valparaíso en 1991[1].
Siendo hija de inmigrantes judíos, con antepasados griegos, españoles y rusos, Patricia Israel asume su posición de mujer chilena y latinoamericana, con el fin de elevar la voz contra manifestaciones de crueldad y crimen en la historia de la humanidad por medio del arte. A finales de la década de los noventa comienza a utilizar el collage y objetos tridimensionales enmarcados en el cuadro. En estas obras presenta relatos de viajes en barco, odiseas de inmigrantes, como lo hizo su propia familia en tiempos remotos. Para los primeros años del siglo XXI, en sus exposiciones ha planteado el deber de recordar y la imposibilidad de hacer justicia, o ser fiel en la interpretación de lo evocado[2].
Dentro de la producción artística que realiza Israel se encuentra una instancia que compartió con el artista Guillermo Núñez.
“(…) Ningún poster representaba nuestra realidad, nuestras costumbres, nuestra tradición. El paso lo dieron Guillermo Núñez y Patricia Israel. Guillermo, famoso pintor, se entusiasmó inmediatamente con la idea de Patricia. Una noche ella pensó que era la gran
oportunidad que tenían por delante, y al día siguiente, lo más temprano que pudo, se la comunicó a Guillermo. Se instalaron en Bellavista 051 (…)”[3].
Esta vinculación entre los artistas ocurre en 1968. Ambos tenían una tienda e imprenta de serigrafía, donde producían obras por medio de esta técnica y realizaban afiches con temas nacionales, pop entre otros, momento que es representativo del uso de la serigrafía. No obstante, esta instancia colaborativa termina en 1973. A pesar de ello, Israel continúa produciendo obras. Hacia 1974 la artista se ve forzada a huir del país para evitar su persecución. Cruza la cordillera hacia Argentina, pero su mayor tiempo de estadía fue en Venezuela. Cuando regresa en los años 80, Israel, además de retomar la pintura, vuelve a la práctica del grabado en dos talleres: el Taller 99 y el TAV. En este último pasa más tiempo que en el primero, aunque su participación no está referenciada porque su presencia es esporádica, a diferencia de otros artistas que formaron parte del taller.
Las obras de Israel han sido abordadas de distintas maneras, pero se destaca en ellas la construcción de cada una, desde las temáticas que desarrolla, las interpretaciones que surgen a partir de lo que expone, como el trabajo detrás de la construcción de estas mismas. No son elementos al azar o que se trabajan porque son del momento; la obra de Israel tiene una idea, concepto e historia que guarda relación con información del referente histórico.
Un caso de varios es De la serie “La llegada de lo Blanco” es un trabajo de dos partes relacionadas entre sí, la primera corresponde a una serie de pinturas que realiza en 1992 en el contexto de conmemorar el quinto centenario del Descubrimiento de América (1492), y luego vendría a modo de continuación de la misma serie esta versión de “La llegada de lo Blanco” (c.2000) hecha por medio de la litografía (grabado en piedra).
Si bien las obras se desarrollan en un contexto de conmemoración, tanto en el grabado como la construcción visual de las pinturas no se presentan a modo de festejo, sino que estas obras poseen una posición crítica ante los hechos que se vinculan con el descubrimiento de este nuevo mundo y la llegada de un otro.
Desde su mirada interpretativa, su gráfica propia y la construcción de su narrativa visual se nos presenta el grabado con la imagen de dos navegaciones que hacen referencia a dos de los tres navíos de Cristóbal Colon, una donde es comandado por una figura que alude a un hombre mientras que la segunda no tiene quien la dirige, sino que tiene la clásica representación de un mascaron de proa que suelen ser torsos femeninos, luego hay una gran mancha en la esquina inferior izquierda donde la embarcación con el mascaron están llegando a demás de dos pequeñas manchas que pueden representar pequeñas islas, como también el mar rompiendo contra los barcos.
Más adelante se ocupó de acontecimientos históricos, relacionados con sus vivencias desde su biografía, así es el caso cuando revisa el Holocausto, como también expresa en sus obras la experiencia chilena ante la Dictadura Militar. Exponiendo que los modos de trabajo detrás de sus composiciones tienen una base historiográfica a partir de las lecturas, acontecimientos de su época, así como desde la memoria personal y colectiva que comparten una carga significativa. Remirada la obra de Israel con cierta distancia pone de manifiesto la humanidad con que se hizo cargo de temas que no necesariamente se visibilizaban.
En otras palabras, Patricia Israel fue una artista que documenta y construye un relato de su historia personal como colectiva, a través de su imaginario, voz de mujer latina y su pesquisa en el indagar las fuentes expone en su arte la historia que no suele ser contada.
[1]Cruz Jaime, El grabado en Chile… A modo de enciclopedia (Santiago de Chile: LOM, 2015), 121.
[1] Cruz, El grabado en Chile… A modo de enciclopedia, 121.
[1] García Soledad y Daniela Berger, La emergencia del pop. Irreverencia y calle en Chile (Santiago: Museo de la Solidaridad Salvador Allende, 2016), 87. https://www.mssa.cl/wp-content/plugins/pdfjs-viewershortcode/pdfjs/web/viewer.php?file=https://www.mssa.cl/wpcontent/uploads/2016/05/CATALOGOPOPpp.pdf&dButton=true&pButton=true&oButton=false&v=1.5.1#zoom=auto(Accedido el 09/11/2022).
Patricia Israel, De la serie “La llegada de lo blanco”. Litografía, 54 x 79 cm., c.2000

Valentina Madrid Núñez
Licenciada en Teoría e Historia del Arte
Encargada del área de Contenidos digitales y editoriales del Museo Universitario del Grabado de la Universidad de Playa Ancha.
Documentos sobre la Lira Popular fueron donados al MUG
Documentos sobre la Lira Popular fueron donados al MUG
Los archivos corresponden a una carpeta de reproducciones de la Lira Popular, un libro y postales.
El Museo Universitario del Grabado Universidad de Playa Ancha (MUG-Upla), recibió la donación de diferentes documentos entregados por Micaela Navarrete que tratan sobre la Lira Popular, poemas en décimas sobre actualidad, acompañados con un grabado relacionado, que datan de fines del siglo XIX y principios del XX.
La donación, entregada por la fundadora del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional de Chile, consistió en una carpeta realizada en el año 1999, titulada “La Lira Popular: poesía popular impresa del siglo XIX”, compuesta por 17 reproducciones de la Lira Popular, parte de la colección de Alamiro de Ávila. La selección y prólogo fue realizado por Micaela Navarrete y el objetivo era la difusión y distribución del material.
También se entregó en donación un set de 8 postales impresas en el 2001, con diferentes temáticas y que en la parte delantera contiene la imagen de un grabado con el título de la poesía, y en la parte trasera se observa la información del documento, el texto de la poesía en décimas y la definición de Lira Popular en 4 idiomas, español, portugués, inglés y francés.
El libro “Aunque no soy literaria: Rosa Araneda en la poesía popular del siglo XIX”, parte de la donación y escrito en 1998, es una compilación y estudio realizado por Micaela Navarrete, cuyo objetivo es dar a conocer y difundir una serie de la Lira Popular realizada con el contenido de las colecciones resguardada por la Biblioteca Nacional.
La selección del contenido de la publicación, según señala Navarrete en el mismo libro, fue por “Iniciar esta serie con las liras de Rosa Araneda, la única Mujer entre los versos de finales del siglo XIX”.
La donación quedará en el Centro de Documentación (Cedoc), unidad perteneciente al Fondo de las Artes de la Universidad de Playa Ancha, donde estará en proceso de conservación y resguardo especializado.
Micaela Navarrete señaló: “Que quede en un museo, en un centro de documentación, tiene mucha más proyección, porque hoy día cada vez hay más ese espíritu de que las cosas se conozcan, se investigue, vengan estudiantes aquí, un museo no puede ser solamente cosas colgadas, tiene que ser asociado a libros, objetos y a personas”.
Lira Popular: Memoria del Mundo
El sitio Memoria Chilena define a la Lira Popular como impresos que circularon en Chile a fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, fueron poemas en décimas, que daban a conocer el acontecer actual. Escritos por poetas mayoritariamente populares, que utilizaron las formas de expresión propias de la cultura campesina, insertos de esta forma en la literatura de tradición oral.
El pliego impreso se conformaba por el poema en décimas, acompañado por un titular llamativo y una ilustración en grabado representativa del contenido del escrito. Fueron vendidos en calles, estaciones de trenes y mercados, en donde el poeta los anunciaba en voz alta y su público eran empleadas, campesinos, obreros y artesanos.
Señala Memoria Chilena que “Como se trataba de un segmento mayoritariamente analfabeto, no deben haber sido pocas las personas que compraban los pliegos atraídos por las imágenes o las que se reunían para escuchar la lectura en voz alta de las décimas”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró en el año 2013 como “Memoria del Mundo” a un conjunto de 1.567 pliegos que componen las tres colecciones de la Lira Popular que se encuentran en Chile.
Corresponden a las colecciones de Rodolfo Lenz y Alamiro de Ávila, ambas parte del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional, y también la colección de Raúl Amunátegui, disponible en el Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile.
Cabe señalar que el MUG presentó su nueva sección “Lira Porteña” en su página web, tomando como referencia la Lira Popular y cuya convocatoria se encontrará disponible pronto para que grabadores, artistas, críticos y el público general participen con escritos que pongan en valor la práctica del grabado.
Franssesca Alexandra Arrué Veraldi
Periodista MUG